
Por Marita Pinto en colaboración con Solange Serrano, 2024
Cada 10 de octubre, el Día Mundial de la Salud Mental nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la importancia del bienestar mental en nuestras vidas. A pesar de los avances en la comprensión de este tema, persisten mitos y estigmas en torno a los trastornos mentales, lo que dificulta el acceso a un tratamiento adecuado y un diálogo abierto. En este artículo, exploraremos cómo desmitificar estos prejuicios y con qué estrategias científicas comprobadas podemos mejorar nuestro bienestar y el de quienes nos rodean.
La Realidad de la Salud Mental en el Perú
Una de cada cinco personas ha experimentado algún tipo de trastorno mental en su vida, lo que representa cerca del 20% de la población, según el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) Honorio Delgado – Hideyo Noguchi. Las cifras se incrementan en las zonas urbanas, donde la prevalencia llega al 27.8%. La depresión y la ansiedad son las problemáticas más comunes: el 13.5% de los peruanos ha pasado por un episodio depresivo, con las mujeres siendo las más afectadas, mientras que el 12.9% sufre de ansiedad.
A nivel mundial, la pandemia de COVID-19 exacerbó esta crisis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó un aumento del 25% en los casos de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, un fenómeno que también afectó a Perú, donde más del 30% de la población presentó síntomas de ansiedad y estrés debido a factores como el desempleo y el aislamiento social.
El impacto de la salud mental y emocional en el trabajo y la vida personal
Las problemáticas relacionadas con la salud mental no solo afectan la salud individual, sino que también tienen un impacto significativo en el entorno laboral y personal (Encuesta Nacional de Salud Mental, 2020).
En el trabajo, las dificultades relacionadas con el bienestar emocional y la salud mental pueden llevar a una disminución en la productividad, aumento del ausentismo y dificultades en las relaciones interpersonales. La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (2014) señala que el estrés laboral puede reducir la productividad a gran escala, lo que resalta la necesidad de abordar la salud mental en el ámbito laboral. Las empresas que implementan programas de bienestar mental han demostrado no solo mejorar el clima laboral, sino también aumentar la satisfacción y el compromiso de los empleados.
En la vida personal, los trastornos mentales pueden afectar nuestras relaciones con familiares y amigos, crear un sentimiento de aislamiento y disminuir nuestra calidad de vida. El estigma asociado a la salud mental puede llevar a las personas a ocultar sus luchas, lo que a su vez puede intensificar su sufrimiento. Romper estos estigmas y promover un ambiente de apoyo y comprensión es esencial para el bienestar general de la comunidad.
Desafiando los Mitos Comunes sobre la Salud Mental
Los mitos y estereotipos sobre la salud mental juegan un papel importante en la perpetuación de estigmas, lo que impide que muchas personas busquen la ayuda que necesitan y enfrenten discriminación. Solo un 20% busca tratamiento (MINSA, 2022).
Cuáles son los mitos más comunes y cómo refuerzan estos estigmas:
- «Las personas con trastornos mentales son peligrosas o violentas»
Este es uno de los estigmas más extendidos y falsos. Aunque algunos trastornos mentales graves pueden asociarse con conductas impulsivas en ciertas circunstancias, la mayoría de las personas con problemas de salud mental no son violentas. De hecho, tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia que de cometerla. Asociar la enfermedad mental con el peligro contribuye a su estigmatización y aislamiento.
- «Los problemas de salud mental son una señal de debilidad o falta de carácter»
Este mito sugiere que los trastornos mentales, como la depresión o la ansiedad, son algo que una persona puede «superar» con solo quererlo o intentarlo. Sin embargo, las causas de fondo de estas problemáticas a menudo tienen un origen biológico, genético y ambiental. Creer que solo la fuerza de voluntad es suficiente refuerza el estigma y minimiza la gravedad o el impacto de estos problemas.
- «Solo las personas que experimentan problemas graves necesitan ayuda psicológica»
Esta creencia subestima la importancia de buscar apoyo profesional para una amplia gama de desafíos emocionales y mentales, que van desde el estrés crónico hasta la ansiedad leve. Pensar que solo quienes enfrentan crisis graves necesitan acudir a terapia desalienta a muchas personas de buscar ayuda temprana, cuando en realidad esto es clave para un tratamiento efectivo. Además, muchos problemas emocionales pueden agravarse y convertirse en trastornos de salud mental más serios si no se abordan a tiempo, lo que resalta la importancia de la intervención precoz.
- «Las enfermedades mentales son raras»
Los problemas de salud mental y emocional en realidad son mucho más comunes de lo que se piensa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 5 personas experimentará algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida. Este mito resta empatía y comprensión hacia aquellos que enfrentan estos problemas.
- «Los trastornos mentales son permanentes y no tienen solución»
A menudo se cree que alguien con un trastorno mental nunca podrá recuperarse completamente, pero esto no es cierto. Muchos trastornos pueden ser gestionados eficazmente con terapia, medicación y apoyo adecuado. Creer que la enfermedad mental es una sentencia de por vida desalienta a las personas a buscar tratamiento y nos brinda una imagen pesimista de la recuperación.
- «La salud mental no es tan importante como la salud física»
Este mito refuerza la idea de que los problemas mentales son menos serios o urgentes que los problemas físicos, lo que genera desinterés por la prevención y tratamiento de estos. La salud mental y la salud física están profundamente interrelacionadas, y descuidar una puede afectar negativamente a la otra.
La historia ha demostrado que el impacto de los desastres en la salud mental dura más que el impacto físico, por lo que no debemos dejar pasar el momento para socializar con mayor frecuencia y fuerza el tema de la salud mental, porque debemos reconocer todos hemos luchado con la ansiedad y el miedo en algún momento.
- «Si hablas de tus problemas, eres una carga para los demás»
Esta creencia hace que muchas personas sufran en silencio por miedo a ser vistas como un peso para su familia o amigos. Expresar lo que uno siente es parte fundamental del autocuidado y del manejo saludable de las emociones, pero este mito hace que el diálogo abierto sobre la salud mental sea más difícil. Guardar silencio, en cambio, puede perpetuar el malestar y hacer que nos sintamos más aislados.
Existe mucha desinformación sobre los beneficios de hablar abiertamente acerca de nuestros problemas, lo que nos lleva a optar por vivirlos en silencio. Cuando compartimos lo que nos preocupa, no solo aliviamos el peso emocional que cargamos, sino que también abrimos la puerta a soluciones y perspectivas que quizá no habíamos considerado. Expresar nuestras inquietudes puede fortalecer nuestras conexiones con los demás, generar empatía y, sobre todo, permitirnos recibir el apoyo necesario para enfrentar mejor las dificultades.
- «Los niños y adolescentes no sufren de problemas de salud mental»
Este estereotipo minimiza las luchas emocionales y mentales que los jóvenes pueden enfrentar. La realidad es que los trastornos mentales pueden aparecer a cualquier edad, y los adolescentes, en particular, pueden ser vulnerables a la ansiedad, la depresión y otros trastornos debido a los cambios hormonales, sociales y académicos.
- «Las personas con trastornos mentales son improductivas»
Este mito perpetúa el estigma en el entorno laboral, donde quienes padecen trastornos mentales son percibidos como menos aptos para desempeñar sus funciones. Sin embargo, con el tratamiento apropiado, la mayoría de estas personas pueden rendir de manera eficiente e incluso destacar.
- «La terapia es solo para ‘locos'»
Este estereotipo refuerza el estigma de que quienes buscan ayuda profesional están profundamente trastornados. En realidad, la terapia es una herramienta valiosa para cualquier persona que quiera mejorar su bienestar emocional y mental, sin importar la gravedad de sus problemas.
Es crucial que como sociedad reconozcamos y desmontemos estos mitos para fomentar un ambiente en el que se pueda hablar de salud mental sin prejuicios ni vergüenza. Cuestionar nuestros sesgos y estereotipos nos va a permitir promover el autocuidado, buscar estrategias efectivas de prevención frente estrés laboral y los desafíos emocionales que enfrentamos.
Estrategias para Mejorar Nuestra Salud Mental: Claves para el Bienestar
Cuidar nuestra salud mental debe ser una prioridad por eso te compartimos una serie de enfoques para cuidar tu salud mental y emocional, respaldados por investigaciones científicas y expertos en psicología.
- Establecer Rutinas Saludables
El cuerpo y la mente están interconectados. Dormir bien, hacer ejercicio regularmente y mantener una dieta equilibrada son componentes cruciales para un bienestar integral. Estudios han demostrado que la actividad física regular no solo mejora la salud física, sino que también reduce los síntomas de ansiedad y depresión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, lo que puede incluir caminatas, yoga o cualquier actividad que disfrutes.
El sueño es otro pilar fundamental. La falta de descanso afecta nuestra capacidad de concentración, la memoria y el estado de ánimo. Dormir entre 7 y 9 horas cada noche ayuda a regular el estado emocional y a reducir el riesgo de trastornos mentales como la depresión y la ansiedad. Mantener una rutina de sueño regular, con horarios fijos para acostarse y levantarse, puede hacer una gran diferencia en nuestra calidad de vida.
- Tomarse Pausas y Descansos
En un entorno laboral o académico, el agotamiento mental es un riesgo común. La fatiga mental afecta el rendimiento y genera un aumento del estrés y la ansiedad. Investigaciones de la Universidad de Harvard sugieren que tomar pausas breves de 5 a 10 minutos cada 50-90 minutos de trabajo continuo puede mejorar la concentración y reducir la fatiga. Durante estas pausas, puedes estirarte, caminar o simplemente desconectarte de las tareas que requieren alta concentración. Esto no solo beneficia a tu productividad, sino que también protege nuestra salud mental a largo plazo.
- Fomentar el autocuidado
Entender cómo nos sentimos y cómo reaccionamos ante las situaciones cotidianas es clave para manejar el estrés y las emociones. Practicar la gentileza significa tratarte a ti mismo con la misma amabilidad que ofrecerías a un amigo. Esto es especialmente importante cuando enfrentas desafíos o te equivocas. En lugar de juzgarte duramente, puedes optar por reconocer tus emociones y darte el espacio para procesarlas sin críticas.
La meditación de atención plena (mindfulness) es una técnica que ha demostrado ayudar a las personas a conectarse con el presente y a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
- Terapia y Apoyo Profesional
Es vital normalizar la búsqueda de apoyo emocional. Acudir a un psicólogo o terapeuta no debe verse como una medida extrema, sino como un recurso saludable para cualquier persona que enfrente dificultades emocionales o quiera mejorar su bienestar. Las terapias han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y otros trastornos mentales, ayudando a las personas a desarrollar una mentalidad más saludable y resiliente.
Si bien algunas personas pueden necesitar medicación como parte de su tratamiento, muchas veces la combinación de terapia y cambios en el estilo de vida puede ser suficiente para manejar los problemas de salud mental. La clave está en actuar temprano, cuanto antes se busque ayuda, mejores serán los resultados.
- Cultivar Relaciones Saludables
Las relaciones interpersonales juegan un papel fundamental en nuestra salud mental. Rodearse de personas que brindan apoyo emocional y que promueven un ambiente positivo puede protegernos del estrés y la ansiedad. Sin embargo, es importante también reconocer cuándo una relación es tóxica o poco saludable. Relacionarse con personas que critican constantemente, controlan o minimizan tus emociones puede tener un impacto negativo en tu bienestar emocional.
Necesitamos reflexionar sobre la importancia y la calidad de los vínculos que establecemos con nuestro entorno. Construir relaciones positivas no solo impacta en nuestro bienestar emocional, sino también en el clima laboral de una organización y nos conduce a una vida más plena y saludable.
- Buscar el Equilibrio entre el Trabajo y la Vida Personal
El desequilibrio entre el trabajo y la vida personal es una de las principales fuentes de estrés. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el estrés laboral crónico puede reducir la productividad y aumentar el riesgo de trastornos mentales.
Necesitamos aprender a gestionar el tiempo, establecer prioridades y asegurarnos que el trabajo no interfiera en otros aspectos importantes de nuestra vida, como la familia, los amigos o el autocuidado.
Aprender técnicas de organización y asegurarnos de una desconexión completa del trabajo fuera del horario laboral es clave para preservar nuestra salud mental.
- Desconectar de la Tecnología
El uso excesivo de dispositivos electrónicos y redes sociales puede contribuir a la ansiedad y al estrés. Numerosos estudios han relacionado el uso constante de redes sociales con sentimientos de comparación negativa, aislamiento y baja autoestima. Programar momentos de «desconexión digital» puede ayudarnos a reducir estos efectos y a reconectar con el presente y con las personas que nos rodean.
¿Cómo Podemos Apoyar a las Personas que Enfrentan Desafíos Emocionales o Problemas de Salud Trastornos Mental?
Ayudar a quienes sufren trastornos mentales o están pasando por dificultades emocionales es clave en su proceso de recuperación. Algunas estrategias eficaces incluyen:
- Escucha activa: Brindar apoyo emocional escuchando sin juzgar.
- Evita minimizar sus sentimientos: Frases como «no es para tanto» pueden ser contraproducentes. Validar sus emociones es fundamental.
- Fomentar la búsqueda de ayuda profesional: Motivar a que busquen apoyo de un psicólogo o psiquiatra es esencial para que reciban el tratamiento adecuado.
¿Cómo Mejorar la Salud Mental en el Perú?
El sistema de salud debe garantizar la atención de la población de manera adecuada, en términos de disponibilidad, accesibilidad, continuidad y efectividad del servicio además de implementar programas de prevención y promoción para combatir los factores de riesgo y alentar a las personas a adoptar hábitos que promuevan una buena salud mental. Sabemos cómo funciona el sistema de salud en nuestro país y que lo anterior está muy lejos de ser como debería.
A pesar de que el acceso a la atención psicológica ha mejorado con la creación de más de 200 Centros de Salud Mental Comunitarios, aún existe una gran brecha en los servicios, especialmente en áreas rurales. Se estima que solo hay un psicólogo por cada 10,000 habitantes (MINSA, 2023), por lo que el apoyo social es fundamental.
Per más podemos se puede hacer, acá compartimos algunas propuestas.
- Invertir más en salud mental: Aumentar el presupuesto y los recursos para la prevención y tratamiento de trastornos mentales en todo el país.
- Promover la educación emocional: Introducir programas de educación emocional en las escuelas y lugares de trabajo para prevenir problemas de salud mental y reducir el estigma.
- Fomentar el acceso a atención psicológica: Incrementar el número de profesionales de salud mental y asegurar que los servicios lleguen a todas las regiones, especialmente las más vulnerables.
- Romper el estigma: Fomentar campañas nacionales que aborden el estigma alrededor de los trastornos mentales y promuevan la búsqueda de ayuda sin temor a la discriminación.
¿Cómo evaluar los riesgos psicosociales ayudan a las empresas a cuidar de la salud mental de sus colaboradores?
La evaluación de riesgos psicosociales es fundamental para identificar y mitigar factores que pueden impactar la salud mental de los empleados, como el estrés y la ansiedad. Este proceso no solo mejora el bienestar laboral al reducir el absentismo y aumentar la productividad, sino que también contribuye a la satisfacción del cliente y fortalece la reputación de la empresa, creando un entorno de trabajo más saludable.
Además, llevar a cabo estas evaluaciones permite a las organizaciones cumplir con las normativas y leyes relacionadas con la salud y la seguridad en el trabajo (Moreno & Baez, 2010; OMS, 2024). Es importante destacar que los riesgos psicosociales pueden incrementar la probabilidad de accidentes laborales; por lo tanto, su evaluación es crucial para establecer medidas preventivas efectivas.
En síntesis, invertir en la evaluación de riesgos psicosociales no solo protege a los empleados, sino que también beneficia a toda la organización.
Conclusión
El Día Mundial de la Salud Mental nos invita a reflexionar sobre los diversos retos y las acciones necesarias para promover el bienestar emocional de la sociedad. Romper estigmas, facilitar el acceso a tratamientos y aprender a cuidar de nosotros mismos y de los demás son pasos fundamentales hacia una comunidad más saludable y equitativa. Comparte y difunde este artículo para que llegue a más personas, y juntos hagamos de la salud mental una prioridad.
Tus acciones pueden cambiar vidas. ¡Tú tienes el poder de marcar la diferencia!
Bibliografía:
Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo. (2014). La estimación del coste del estrés y los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo. Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo.
Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) Honorio Delgado – Hideyo Noguchi (2020). Compendio Estadístico – 2020. Oficina de Estadística e Informática.
Ministerio de Salud (Minsa). (2023). Día Mundial de la Salud Mental: más de 1 333 000 casos atendidos por trastornos y problemas psicosociales. Plataforma Del Estado Peruano. https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/847052-dia-mundial-de-la-salud-mental-mas-de-1-333-000-casos-atendidos-por-trastornos-y-problemas-psicosociales
Moreno, B., & Báez, C. (2010). Factores y Riesgos Psicosociales, formas, consecuencias, medidas y buenas prácticas. Ministerio de Trabajo e Inmigración. https://www.insst.es/documents/94886/96076/Factores+y+riesgos+psicosociales%2C+formas%2C+consecuencias%2C+medidas+y+buenas+pr%C3%A1cticas
Organización Mundial de la Salud: OMS. (2022, setiembre 28). La OMS y la OIT piden nuevas medidas para abordar los problemas de salud mental en el trabajo. Organización Mundial de la Salud: OMS. https://www.who.int/es/news/item/28-09-2022-who-and-ilo-call-for-new-measures-to-tackle-mental-health-issues-at-work
Organización Mundial de la Salud: OMS. (2024, 2 de setiembre). La salud mental en el trabajo. Organización Mundial de la Salud: OMS. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-at-work Salud Mental y Consumo de Sustancias (MSD). (2022). Informe mundial sobre salud mental: Transformar la salud mental para todos. World Health Organization. https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240050860