El conversatorio a cargo del expositor Arturo Alarcón, nos lleva a definir que la felicidad no se busca ni se encuentra, se construye a lo largo del camino. Para ello, debemos estar convencidos de que nuestra vida es buena, que tiene un sentido y un propósito. Esto se logrará teniendo pensamientos que darán lugar a experimentar emociones positivas, así como también ser agradecidos.

Respecto a la felicidad organizacional esta debe empezar desde la gestión de la alta dirección, ya que de ella depende que la organización cuente con la infraestructura, herramientas y procesos adecuados para el desarrollo de las actividades de los trabajadores. Además, las empresas deben contar con una cultura y clima organizacional establecidos, con estándares definidos y con una estructura adecuada. Es decir, la felicidad organizacional consiste en que la empresa o institución tenga la capacidad de ofrecer y facilitar a sus trabajadores las condiciones y mecanismos necesarios para que éstos puedan desplegar y desarrollar sus fortalezas y habilidades para logar su rendimiento óptimo que esté alineado a las metas de la organización. Para ello se deberá buscar alinear las motivaciones personales de los empleados y trabajadores con sus funciones y propósitos dentro de la empresa. Esto permitirá disminuir la ansiedad y estrés en el trabajo, mejores climas de trabajo, mayor proactividad, mejor trato a los clientes o usuarios y su fidelización, reducir los niveles de ausentismo, entre otros.

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